¿Cómo se hace un Visual Thinking? – Ideas a dibujo
- educarlex
- 12 may 2017
- 3 Min. de lectura
Hora de presentar el comienzo de mi propio banco de imágenes personal de recursos visuales. Un espacio donde he plasmado los conceptos que con mayor frecuencia uso o he usado en mi trabajo. En todo momento he intentado representar fielmente todas mis emociones pero, ¿cómo hacer un visual thinking? ¿Es necesario emplear alguna técnica especial que distinga esta herramienta de otras para transformar tus ideas a dibujo?
En los últimos años han quedado patentes los beneficios de emplear recursos gráficos de diversa índole para transmitir conocimientos, ideas o emociones. Todo lo visual es siempre más directo para poder transmitir ideas y conceptos de forma efectiva y ágil.
Índice
¿El pensamiento visual es algo innato?
Desde que finalicé el grado de Educación Social, he pasado por 3 entidades sociales, trabajado con diferentes colectivos, empleado diferentes metodologías educativas, elaborado talleres y comenzado mi propio proyecto. Replicar por tanto mis últimos 5 años y transformar mis experiencias e ideas a dibujo, a priori no ha sido tarea fácil pero estaba equivocado. De igual modo que para elaborar un proceso gamificado por ejemplo, antes hay que jugar, para hacer visual thinking solo tienes que dibujar. Un folio en blanco y un lápiz es cuanto necesitas. Deja fluir tus ideas y los trazos construirán por si solos.
Por eso y teniendo muy claro lo que quería transmitir, sólo me he dejado llevar. He asignado imágenes que representan (o lo intentan), a todos los conceptos que me han rodeado en mis últimos tiempos. Desde neurocognitivo, juegos o emociones, a talleres y conocimiento compartido. Cada uno representado y asignado por un dibujo sacado desde lo más profundo de mi imaginación y ser.
Para todo este reflejo de creatividad matutina, he usado (como no podía ser de otra manera) la opción manual. Respeto enormemente el potencial digital pero soy de los que piensa que ciertas cosas nunca deben cambiar. Ya sea el uso de un lápiz sobre el papel para dar forma a tus ideas o el tacto de un libro. Sencillamente no es lo mismo.
En esta opción he usado tan sólo 1 lápiz y 1 folio en primera instancia. Dejando fluir mi cabeza, plasmando, borrando, concentrándome y sonriendo casi a la vez.
Ideas a dibujo
El lápiz pasó ahora a ser mero espectador tras su protagonismo y dejó paso a los rotuladores y acuarelas. Herramientas que llevo usando desde mi más tierno yo, ahora enterrado en burocracia y deseando salir de nuevo a la superficie. Para las acuarelas reconozco que he empleado algo nuevo para mí, un pincel de agua. Es un híbrido. Tiene el aspecto de un rotulador al uso, la punta de un pincel y lo puedes rellenar de agua, actualizarse o morir.
Para mi gusto personal es mucho más cómodo que un pincel clásico en el trazado, limpieza posterior, manejo y guardado. Ha sido toda una sorpresa que ya he incorporado a mi colección de recursos. Una herramienta cómoda que sin duda recomiendo a todo el mundo.
Al resultado final todavía lo tengo a juicio, pues uno de mis defectos es que considero que nunca nada está lo suficientemente bien hecho. Por eso aún miro al folio resultante con ojos de incertidumbre y todavía busco en los rincones de mi mente nuevos dibujos e ideas que plasmar. Cualquier espacio en blanco peligra, más aún de la mano de mi nuevo aliado, el pincel de agua. La obra resultante ha sido la siguiente:

Analizando estas ideas a dibujo, de principio a fin significan mis últimos 5 años de vida profesional. Comenzando en el año 2012 el grado de Educación Social tuve la oportunidad de trabajar como voluntario en 3 entidades sociales almerienses diferentes, cada una con un público objetivo diferenciado, desde la infancia a las personas mayores.
Durante ese proceso profesional y formativo me inundaron diversos términos que hasta ese momento desconocía o no era del todo consciente de su implicación real en la vida. Este periodo me hizo sumergirme en un mundo hasta entonces desconocido para mí de nuevas corrientes metodológicas y herramientas educativas basadas en el juego.
Dichas herramientas y trabajo generado en talleres educativos y formativos a lo largo de Almería, nos permitió introducir las dinámicas y aprendizaje basadas en juego en diversos centros educativos y generar formación al respecto para profesorado. De todo ese período germinó en mí la idea de Educarlex, un espacio para generar aprendizaje social a través de la educación social. Proyecto que vio la luz a comienzos de 2017.
En la siguiente entrada relataré el resultado de intentar aplicar la regla del 6×6 en visual thinking, propuesta por Dan Roam en su libro “Tu mundo en una servilleta”. Pero eso ya será la próxima vez.
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