Educador Social encerrado entre 4 paredes, necesidad de cambio
- educarlex
- 22 jun 2017
- 3 Min. de lectura
En esta ocasión, un estudiante de educación social llamado Alberto se puso en contacto con el equipo de Educarlex, ya que deseaba transmitir sus experiencias en base a la profesión y como futuro educador. Sus propios sentimientos, emociones y vivencias que le rodean en estos tiempos convulsos que rodean a la educación social. A continuación, su relato:
Así es como me siento como educador social. Cómo creo que se siente gran parte del alumnado que cursa el grado en Educación Social en España. Si te preocupa lo más mínimo lo que estudias y tu formación, te habrás planteado la necesidad de dar un giro de 360 grados al grado. Nunca mejor dicho.
Pero hablaré desde mi experiencia. Os pondré en situación. Soy estudiante de Educación Social en la UNED. El año que viene cursaré mi tercer curso en ella. Aún no he tenido la posibilidad de realizar ningún tipo de práctica externa con lo que estudio a través de la universidad. Está claro que para ello se deben de tener una serie de conocimientos previos que sirvan como base, pero es que esos mismos conocimientos cada vez son más banales. Alejados de la realidad que se encuentra el educador social en su trabajo de campo. Contenidos anticuados o profesorado inmovilista, todo ello se acrecienta cuando estudias en la UNED.
Sin embargo, se empeñan en que sigamos encerrados. Encerrados en un aula, o en nuestra casa con un libro de 300 páginas que hizo alguien hace 10 años. Cuyos conocimientos adquiridos, el 80% de las veces, no emplearemos posiblemente en nuestro trabajo futuro como profesionales de la educación social.
¿Educador de?
Nos encontramos por tanto con dos problemáticas (principales). La primera es la falta de conocimientos orientados a la práctica, y algo que lo evidencia es el esperpéntico abanico de asignaturas tan variadas y alejadas entre sí según estudies Educación Social en la Universidad de Sevilla o lo hagas en la UNED, por ejemplo. Por tanto, es necesario un consenso generalizado entre las universidades que imparten Educación Social para con un ideario o base común de asignaturas permitir cierta flexibilidad a la hora de incluir unas asignaturas u otras en cursos posteriores.

La otra problemática, y que da título a esta entrada es la alarmante escasez de prácticas que subyacen en el grado. Generalizable a otros muchos grados. Pero que en nuestro caso resulta preocupante pues un educador o educadora social no puede ser instruido con metodologías tradicionales. Siempre basadas en la transmisión y memorización de los contenidos, sin profundizar en la compresión. El educador necesita como cualquier profesional social del contacto con el exterior, con la sociedad, para su formación. Sólo así podrá comprender la problemática real del mundo que le rodea y a actuar en base a él. ¿Y qué podemos hacer? Yo ya he enviado a mi universidad un escrito haciéndoles saber mi opinión y posibilidades de mejora. Si todos nos implicamos en cambiar aquello que no nos gusta se podrán conseguir cambios a medio plazo tan urgentes como necesarios.
Mientras tanto, secundo la idea de participar en voluntariado. Una experiencia en la que me voy a embarcar en los próximos meses y de la que espero obtener una importante satisfacción personal, así como conseguir el objetivo principal ya señalado anteriormente, que no es otro que acercarse a la realidad que nos rodea.
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