Juegos de mesa con edad límite, ¿una práctica excluyente?
- educarlex
- 30 mar 2017
- 3 Min. de lectura
Al igual que la semana pasada, tuvimos contacto con una serie de juegos de mesa nuevos que sin duda pensaron en el taller cuando los elaboraron, uno de ellos es el Abejitas Zum Zum. Un juego enfocado a la mejora de la atención, memoria, y psicomotricidad fina, principalmente.
A pesar de la edad estimada plasmada en los juegos, estábamos decididos a usarlo puesto que de guiarnos por la caja de las Abejitas Zum Zum, quedaría totalmente fuera del taller. Entendíamos que era un juego que para el taller de atención y memoria para personas mayores tenía muchas posibilidades. Cabe mencionar, que en algunos juegos de mesa marcan como edad límite los 99 años pero en las imágenes de todos ellos plasman siempre niños y niñas. Por un lado parece que contemplan la posibilidad de que personas con edades avanzadas puedan jugar y enriquecerse de los mismos, pero por otro casi se resisten a plasmarlo.
¿Edad límite? Al fin y al cabo lo que determina la publicidad subliminal en la mayoría del mercado de juegos de mesa, es que sólo si eres afortunado de estar en cierto ratio de edad puedes usar un juego de mesa.
Índice
¿Qué juegos de mesa puedes disfrutar? ¿Una práctica excluyente?
En 4 años usando estas herramientas en talleres para diferentes colectivos nunca hemos tenido el privilegio de poder ver un juego de mesa con imágenes de personas mayores en ellos. Cierto es que existe en el acerbo popular el poder de otorgar la etiqueta de juego de persona mayor a algunos incautos, véase el Dominó por ejemplo, pero eso no hace sino excluir. Un nuevo escollo que superar y pelear desde la educación social.
Se excluye con determinadas acciones involuntarias o no, con campañas publicitarias subliminales o con creencias aprendidas desde la infancia; que sólo determinados «juegos» pueden y tienen que pertenecer al colectivo de las personas mayores.
Sin duda es un tema que desde la educación social abordaremos en un futuro en Educarlex pero ahora, volvamos al taller.
Ya están todas las mesas preparadas y Jimena sentada, se está quejando del frío y del mal día que hace. Siempre le digo lo mismo, en Almería nunca sabes cómo enfrentarte de manera correcta al tiempo. Somos así, especiales hasta en el clima.
Poco a poco y contra todo pronóstico climatológico, comienzan a llegar los demás. Lope quiere comenzar el juego de presentación del Story Cubes porque quería compartir una vivencia personal. Es un juego cuyo objetivo inicial en el taller fue para presentar a todos los integrantes. Pero acogieron la dinámica y la convirtieron en una puesta en común de sus vidas. En espacio donde quieren compartir vivencias, experiencias y emociones de sus vidas mientras usan el Story Cubes.
Story Cubes y Abejitas Zum Zum
Tras la dinámica de presentación, los dividimos por grupos y usamos el Abejitas Zum Zum, nuestra nueva adquisición. El objetivo es recordar el color de las abejas y bajo que panal se encuentran. Es un juego centrado en la mejora de la atención y memoria, pero también proceso inhibitorio o psicomotricidad fina. Sin duda, una herramienta realmente útil en talleres enfocados a un público de personas mayores pero de igual modo admite otros colectivos, como infancia. En el taller ha sido todo un éxito.
Uno de los grupos en medio de una partida al Abejitas Zum Zum, un juego realmente completo para llevar a cabo una estimulación cognitiva correcta.
Les encanta. Siempre desarrollamos una temática sobre los juegos a emplear. De esta forma es más fácil para todos y todas introducirse en el proceso lúdico pero con el Abejitas Zum Zum no ha sido necesario. Jimena ha ganado varias de las rondas jugadas para el asombro de Lope y Vega pero no para mí. Cada lunes encuentro una Jimena diferente a la anterior, más ágil, más risueña, más sociable.
Por mejorías tan notables como ésta, es porque realicé mi TFG sobre el taller de atención y memoria para personas mayores. Dinámicas como las llevadas a cabo disponen de un enorme potencial para los integrantes del mismo y para los profesionales sociales que decidan emplearlas, pero deben decidirse a ello y alejarse del camino fácil. Los recursos están ahí.
Es necesario romper con la dicotomía mental impuesta por la docencia más abrupta e inamovible, y convertirnos en profesionales que verdaderamente estemos implicados y lo que es más importante aunque obvio desde mi parecer, desear hacerlo y dar el primer paso.
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