Educación Social y Cruz Roja, dos mundos unidos por Rosa
- educarlex
- 5 mar 2020
- 6 Min. de lectura
ESPACIO PERSONAL
Lo primero y puede que más importante, cuéntanos un poco sobre ti.
Mi nombre es Rosa María Clemente, soy Educadora Social desde el año 2007 y madre de Daniela y Pablo, dos terremotos que iluminan mi vida.
Desde muy joven mi vida ha estado vinculada a la educación social a través de mi participación en entidades sociales y movimientos asociativos centrados en la igualdad de género, animación sociocultural y ecología. Fui representante del alumnado y siempre me han interesado los diversos movimientos y actuaciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de las personas, sobre todo de aquellas en situación de vulnerabilidad. En realidad, desde el primer momento que escuché que existía una formación universitaria denominada Educación Social, supe lo que quería hacer con mi vida. Y desde entonces, hasta la fecha, continúo trabajando por la justicia social, la base de nuestra labor profesional, y que en estos últimos tiempos parece que se está convirtiendo en la gran olvidada. Todo siempre desde la Educación Social y Cruz Roja.
2. ¿Qué tipo de libros te gustan?
Leer es una de mis pasiones. La literatura en general me encanta, de ahí a que haya leído libros de diferentes géneros literarios. Pero si tengo que elegir optaría por la autora Virginia Woolf y, más concretamente, una de sus obras maestras “Una habitación propia”, un ensayo del año 1928 centrado en la independencia de la mujer para poder desarrollarse como persona. Pero que, a pesar de ser de principios del siglo pasado, refleja que la enajenación de la mujer en la sociedad sigue siendo un tema, por desgracia de actualidad. Además de señalar una de las obras maestras de George Orwel, “rebelión en la Granja”, libro que descubrí por casualidad en mi adolescencia pero que he releído varias veces por la calidad y el modo de analizar la condición humana.
3. ¿Cómo te describirías con una sola palabra?
Es complicado sintetizar toda mi persona en una sola palabra, pero si tuviera que hacerlo sería obstinación. Me suelo plantear objetivos, como todo ser humano, y tengo una alta capacidad de trabajo y sacrificio para llegar a conseguirlos. Quizás esto es un aspecto clave en mi personalidad para entender la dedicación que le presto a los proyectos que me realmente me interesan y me aportan.
4. ¿Cuál es tú película favorita?
Últimamente mis sesiones de cine suelen ser de dibujos animados, pero es cierto que hay varias películas que han marcado mi vida como por ejemplo La Lengua de las Mariposas, de José Luis Cuerda, o Mentes Peligrosas de Jhon N. Smith. Aunque a priori parezca que no tengan nada que ver, si es cierto que la base de las historias narradas en ambas obras se centra en cómo el vínculo con una persona de referencia, en este caso educador/a, puede cambiar la manera de ver el mundo y actuar en consecuencia por muy desfavorecido o difícil que sea el contexto de referencia o el momento histórico.
5. Si te dieran la oportunidad de obtener un superpoder, ¿cuál sería?
Creo que el poder moverme en el tiempo a mi antojo, poder actuar en la prevención, dotar a las personas de herramientas antes de que lleguen a un momento de alta vulnerabilidad.
ESPACIO PROFESIONAL
6. ¿En qué consiste para ti la Educación Social? ¿Cuáles son a tu juicio los rasgos más significativos de la Educación Social?
Considero la Educación Social como un derecho de la ciudadanía, puesto que, a través de nuestra disciplina, la cual emana de la Pedagogía Social, las personas adquieren habilidades, estrategias, herramientas para empoderarse y ser los auténticos protagonistas de la intervención social a desarrollar, ser los protagonistas de su propio cambio
Por lo que es fundamental tener en cuenta que engloba la educación permanente, la animación sociocultural, la intervención sociocomunitaria y socioeducativa a través de la educación no formal.
7. ¿Qué puntos positivos destacarías de tu formación recibida y cuáles mejorarías?
Yo estudié la diplomatura en la Universidad de Murcia y me siento muy satisfecha y orgullosa de la formación recibida. Sin embargo, si es cierto que cuando yo comencé a estudiar, en el año 2004, la carrera estaba recién implantada, por lo que muchos de los profesores no emanaban directamente de la Educación Social, sino de disciplinas y ámbitos complementarios. Lo que a nivel de contenidos no afectaba, pero sí que me hubiese gustado tener una visión más realista y global de la intervención en sí en los diferentes contextos sociales y/o con colectivos.
8. ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando como Educadora Social?
Desde el 2007 que obtengo la diplomatura, he tenido el privilegio de trabajar en centros de Protección de Menores, centros de reforma, en medio abierto con menores infractores, con personas con discapacidad intelectual, en áreas de igualdad de entidades públicas, en formación y, en lo que actualmente me ocupa, en orientación laboral.
Y es cierto que, de todos estos puestos de trabajo desempeñados, únicamente un dos de ellos se me “reconocía” como educadora social. En el resto competí por el acceso junto a maestros, psicólogos o sociólogos, los cuales, de haber accedido en mi lugar, hubieran desempeñado funciones del/ de la profesional de la educación social.
Hace 10 años había que explicar a los compañeros/as de trabajo qué era un educador social, dónde y cómo podíamos intervenir, puesto que a pesar de formar parte de la rama social no nos conocían. Actualmente parece que esta barrera se está derribando, sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer, sobre todo en el reconocimiento de la profesión con las diversas instituciones y organismos públicos que son los que más denigran nuestra figura. Ya que el que exista un grado en Educación Social (diplomatura) es porque nuestra figura es necesaria, por lo tanto, tenemos que seguir trabajando, tanto a nivel individual como colectivo, para que los puestos destinados a educadores/as sociales sean sólo para educadores/as sociales, por aquello que nosotros/as, y sólo nosotros/as, podemos aportar.
9. ¿Cuál es tu papel como Educadora Social en el marco de la orientación laboral en Cruz Roja?
Diagnóstico evaluación inicial de la persona participante, diseño de proyectos de intervención socioeducativa/sociolaboral, implementación de sesiones individuales/grupales de orientación laboral, competencias, igualdad, tic,… Evaluación continua, feedback, adaptación de contenidos y recursos, gestión de formación, seguimiento prácticas en entorno laborales, acompañamiento a la inserción, orientación individualizada. Esto es Educación Social y Cruz Roja.
10. La Educación Social parece que actualmente está reconquistando o alejándonos de términos bélicos, reivindicando, su papel profesional en la sociedad, aunque los obstáculos son muchos y diversos. En un periodo de tiempo relativamente corto, 10 años, ¿cómo “ves” a la Educación Social?
Primero destacar que decantarse por estudiar educación social es totalmente vocacional, o así debería ser, ya que la realidad profesional a la que nos enfrentamos no suele ser fácil y además de estar dotados de conocimientos propios, debemos tener una serie de características personales y una motivación real por el cambio. Por lo tanto, soy optimista al respecto, va en nuestro ADN el trabajar e intervenir ante la adversidad. De otro modo no habría visto progreso en estos 13 años que llevo ejerciendo como educadora social. Sin embargo, para ello debemos trabajar todos a una, y no relegar en las nuevas generaciones, que puede ser cierto que vengan con “las pilas más cargadas”, pero también se necesita la experiencia para remar con más fuerza.
11. ¿Cuál ha sido la mayor dificultad a la que has tenido que hacer frente como profesional?
Lo que recuerdo con más impotencia, lo que me ha resultado más duro en mi andadura profesional, lo experimenté en protección de Menores. Actualmente existen recursos para ex tutelados, con el fin de que una vez alcancen la mayoría de edad exista una red de apoyo y recursos para no dejar a estos/as jóvenes desamparados. Sin embargo, hace 12 años, en el contexto en el que yo ejercía, no existían tales redes, y así contemplaba cómo los/as menores no acompañados/as se quedaban en un albergue durante un par de días y, tras ello, vivían a su suerte.
Sin embargo, también he contemplado la otra cara de la moneda, el momento en el que encuentran un trabajo remunerado, se independizan y desde recursos como el Plan de Empleo de Cruz Roja, donde desarrollo mi actividad profesional actualmente, hacemos un seguimiento de su formación e inserción sociolaboral.
12. ¿Recuerdas alguna anécdota de todo tu periodo profesional que te traiga alguna sonrisa en los malos momentos?
Pues siempre recuerdo con alegría las personas con las que he intervenido y se ha creado un lazo especial, en todos los recursos en los que he trabajado. Sin embargo, destaco aquellos momentos en los que la persona participante del Plan de empleo consigue un contrato de trabajo, mejora su calidad de vida y ves como todo a su alrededor comienza a transformarse por el empoderamiento al que antes hacía mención. Eso es lo verdaderamente gratificante.
13. ¿Qué consideras que aporta a la sociedad esta profesión que no puedan hacer otras?
Es una pregunta muy sencilla: justicia social. Intervenimos en el contexto de referencia de la persona, al nivel más básico y cercano que pueda existir, creamos los recursos, tanto personales como comunitarios, para que las personas en riesgo de exclusión puedan transformar aquellos aspectos de su realidad susceptibles de mejora. Y ello a través de proyectos socioeducativos que pueden ser de diversa índole, pero siempre teniendo en cuenta y como motor de cambio a la propia persona participante.
14. Para terminar, ¿dónde te ves como profesional dentro de 10 años?
Pues después de mi recorrido profesional me gustaría estar en el mismo lugar en el que me encuentro ahora mismo, ya que el poder intervenir a diversos niveles desde el marco de la orientación laboral, para mí es un privilegio y más aún hacerlo desde la Educación Social y Cruz Roja.
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