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Entrevista a Israel López, un Educador Social con mucho que decir

  • Foto del escritor: educarlex
    educarlex
  • 17 feb 2020
  • 9 Min. de lectura

Índice

ESPACIO PERSONAL

1- Lo primero y puede que más importante, cuéntanos un poco sobre ti.

Me llamo Israel López Marín. Nací en Alicante en enero de 1984, y actualmente resido en Murcia. De una manera o de otra, la Educación Social ha estado vinculada a mi vida desde muy temprana edad, a través de movimientos asociativos vecinales, espacios de participación ciudadana,… eso sumado a la realidad del barrio en el que crecí, un barrio humilde, de clase trabajadora, hizo que fuera inevitable que finalmente me dedicara a la Educación Social.

  1. ¿Qué tipo de libros te gustan?

La verdad es que intento leer todo lo que cae en mis manos. Intento estar al día de todo lo que ocurre a través de prensa, y disfruto mucho leyendo todo tipo de novelas, ensayo,… si tuviera que elegir un genero literario, quizás elegiría las biografías. Y al hilo de esto, un libro que leí en la infancia y que me marcó mucho es “Un saco de canicas”. Escrito en el año 1973 por Joseph Joffo, donde cuenta su experiencia de cómo, con tan solo 10 años, tuvo que abandonar la Francia ocupada por los Nazis en compañía de su hermano. Una historia de asilo y refugio, que tristemente, está en plena actualidad para millones de niños y niñas.

  1. ¿Cómo te describirías con una sola palabra?

Me describiría como “inquieto”.

  1. ¿Cuál es tú película favorita?

Me pasa igual que con los libros, me gustan tantos que me resulta complejo poder elegir solo una. Una película que vi hace muchos años y que intento volver a ver de vez en cuando es “Hoy empieza todo” del director Bertrand Tavernier. Es la historia del director de una escuela infantil de un barrio humilde de un pueblo minero del norte de Francia. Una historia de solidaridad y compromiso con la comunidad, además de una verdadera critica social sobre el papel de la educación en la realidad actual.

  1.  Si te dieran la oportunidad de obtener un superpoder, ¿cuál sería?

No es un superpoder, pero elegiría la constancia. Elegiría la manera de poder buscar la mejora de mis capacidades y de las personas que me acompañan.

ESPACIO PROFESIONAL

  1. ¿En qué consiste para ti la Educación Social? ¿Cuáles son a tu juicio los rasgos más significativos de la Educación Social?

Entiendo la Educación Social como una disciplina de la pedagogía que tiene como fin la promoción cultural y social de las comunidades, así como la promoción del concepto de ciudadanía en cada uno de los educandos en clave de dignidad, derechos y garantías. En mi opinión, los rasgos más significativos de la Educación Social son la capacidad de mediación entre las personas y las entidades y las instituciones. La transmisión de conocimientos con el fin de que cada persona pueda construir su propia identidad, así como la facilitación de contextos educativos donde poder implicar a las comunidades, tanto en el proceso educativo como en la respuestas a sus necesidades.

  1. ¿Con qué ámbito de la Educación Social te sientes más identificado?

En este momento de mi trayectoria profesional me siento muy identificado con la interculturalidad y la acción e intervención comunitaria. Es el ámbito en el que he centrado mi carrera profesional de manera más reciente, y en cierto modo, el ámbito de la Educación Social que más me ha permitido crecer como educador.

  1. Has estudiado en la Universidad de Murcia el grado de Educación Social, ¿qué puntos positivos destacarías de tu formación recibida y cuáles mejorarías?

Efectivamente, estudié en la Universidad de Murcia, pero estudié la diplomatura. Destacaría la ilusión y el compromiso que existía por querer dotar de un cuerpo de conocimiento propio a la Educación Social. Recuerdo esos años como una época de mucho activismo, de muchas ganas por poner en práctica todo lo que estábamos compartiendo. Como puntos a mejorar, en aquella época, la Diplomatura de Educación Social tenía poco recorrido en la Universidad de Murcia, por lo que aun necesitaba de un recorrido que le permitiese consolidarse como disciplina en el ámbito académico.

  1. ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con adolescencia y familias en conciliación familiar?

La recuerdo como una experiencia muy grata. Fue mi primera experiencia profesional como Educador Social como tal, por lo que siempre afirmo que los años que le dediqué a este ámbito sirvieron para hacer de mí el educador que soy ahora. Trabajar con adolescencia y familias conlleva estar en un permanente estado de aprendizaje y formación con el fin de que las familias logren mejorar su proceso de socialización, sus relaciones internas y con el entorno, consiguiendo desarrollar su autonomía. Desarrollar una labor preventiva con las familias facilitando pautas, acompañando en su proceso y capacitar a las familias para que puedan establecer unas relaciones afectivas sanas y basadas en el respeto y en el cariño, supuso para mí una gran oportunidad de aprendizaje.

  1. Tu camino profesional también te ha llevado al ámbito del desarrollo comunitario intercultural, ¿podrías explicar en qué consiste y cuál es el papel de la Educación Social en este ámbito?

El desarrollo comunitario intercultural fomenta la interacción y la convivencia en zonas con una diversidad cultural significativa para construir una comunidad basada en la convivencia y en la cohesión social. Su fin, por tanto es poder generar un modelo de intervención que sirva para favorecer la convivencia ciudadana, así como, mejorando las condiciones de vida de toda la población.

 El desarrollo comunitario intercultural desarrolla una intervención preventiva y promocional, con carácter integrador y con una voluntad real de cambio de la realidad de los diferentes barrios o territorios donde se desarrolla. Con el fin de transformar las realidades, lo que nos lleva a impulsar procesos abiertos a la participación ciudadana.

El papel que desarrolla la Educación Social en el desarrollo comunitario es esencial a través de acciones como mediar entre los sujetos y el ámbito institucional de manera de facilitarles el acceso a recursos escolares, sociales, laborales,… o dinamizar y promover las relaciones positivas de convivencia del sujeto con su entorno.

  1. La Educación Social parece que actualmente está reconquistando o alejándonos de términos bélicos, reivindicando, su papel profesional en la sociedad, aunque los obstáculos son muchos y diversos. En un periodo de tiempo relativamente corto, 10 años, ¿cómo “ves” a la Educación Social?

Considero que actualmente existe un gran proceso de profesionalización de la Educación Social que no veía hace unos años, por lo que soy bastante optimista en este aspecto. Es verdad que hace unos años, existía un clima más reivindicativo dentro de la profesión, un claro reflejo de la situación profesional que se estaba viviendo hace 14 ó 15 años. Sin embargo, creo que actualmente se encuentra en un buen estado de forma, fruto de todos estos años de consolidación profesional. Viendo la profesión en un periodo de 10 años, y teniendo en cuenta la trayectoria de estos últimos años, no tengo duda de que nos vamos a encontrar una profesión mucho más consolidada, mucho más especializada, y con mucho mayor campo de conocimiento propio. El trabajo que se está haciendo desde las Universidades, entidades del tercer sector y colegios profesionales van en esa dirección, algo que personalmente me aporta mucho optimismo.

  1. Para todo el alumnado que nos pueda estar leyendo, ¿qué consejos les darías para hacer frente a su futuro profesional?

No me gusta mucho eso de dar consejos, creo que lo que ha mi me ha servido, o lo que a mi me ha salido mal, no es condicionante para las experiencias de otras personas. Pero si tuviera que aporta algo, diría que a mi personalmente me ha sido muy útil delimitar aquello a lo que me quería dedicar sobre otros ámbitos sobre los que tenia menos formación, ilusión, experiencia,… es una profesión muy bonita pero que requiere de mucha dedicación, implicación y compromiso, por eso entiendo que es necesario pararse a pensar cada cierto tiempo para poder continuar el camino en plena coherencia.

  1. A menudo he podido escuchar de diferentes profesionales de nuestro sector o incluso del propio profesorado a cargo del grado en Educación Social, que el voluntariado mantenido en el tiempo es esencial para llegar a ser y cito: “un auténtico profesional de la Educación Social”. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

Las experiencias de voluntariado indudablemente son enriquecedoras y aportan a la persona que las realiza un verdadero bagaje no solo profesional, sino también personal. Aporta experiencias, conocimientos, habilidades y muchos contactos, sin embargo, no puedo estar de acuerdo con la afirmación al completo. No debemos olvidar que el voluntariado, de la índole que sea, es una actividad desinteresada e intencionada que tiene como fin dar respuesta a inquietudes personales a la vez que damos respuesta a una necesidad social. Pero no debemos interpretarlo como una “cantera de profesionales”, porque podemos caer en el error de limitar las actividades del voluntariado solamente a perfiles muy concretos además de perder el valor altruista que tiene el voluntariado.

  1. ¿Cuál ha sido la mayor dificultad a la que has tenido que hacer frente como profesional?

A lo largo de todos estos años he tenido experiencias maravillosas, y otras no tan maravillosas. Es inevitable al trabajar con personas que surjan situaciones inesperadas y complejas que se deben solucionar de manera urgente. De todos modos, estos momentos difíciles no definen a la profesión de la Educación Social. Todas las profesiones tienen momentos complejos y momentos más sencillos.

  1. ¿Recuerdas alguna anécdota de todo tu periodo profesional que te traiga alguna sonrisa en los malos momentos?

Claro, en todos estos años han pasado multitud de cosas bonitas y divertidas que hacen que toda esta profesión merezca la pena. Podría señalar muchas anécdotas, sin duda, pero si tengo que destacar algo que me despierte una sonrisa, quiero destacar los resultados. Es muy gratificante echar la vista atrás y ver como procesos educativos que un principio podría valorarlos como complejos, han alcanzado sus objetivos con creces. Tener la oportunidad de coincidir con personas que hace 10 ó 12 años fueron educandos tuyos y ver que han llegado a ser personas adultas comprometidas y responsables es la mejor evidencia del valor de la Educación Social.

  1. El pasado 29 de octubre, mediante Decreto 1190/2019 se ha publicado una convocatoria urgente en la Diputación Provincial de Toledo para la ampliación de la bolsa de Trabajo Social, lo que vuelve a cerrar las puertas de nuestra figura profesional como agentes de igualdad. Como graduado en Educación Social, ¿qué opinión te merece esta situación o similares reiteradas por parte de las diferentes administraciones?

Considero que aun queda mucho por avanzar en el proceso de profesionalización de la Educación Social, y este desafío no debemos entenderlo como un enfrentamiento con otros perfiles profesionales del ámbito social. Es un desafío que se debe centrar hacia las diferentes administraciones para que se tenga en cuenta a la Educación Social y a su cuerpo de conocimientos propios como un elemento indispensable en cada proceso de intervención social en coordinación con otros perfiles profesionales. Siempre desde la perspectiva de la complementariedad y no desde el enfrentamiento entre profesionales. Creo que desde las diferentes asociaciones y colegios profesionales de la Educación Social se está haciendo un gran trabajo a la hora de defender la profesión ante el intrusismo.

  1. ¿Cuáles serían para ti las prioridades que tendría que establecer la Educación Social frente a un intrusismo laboral tan exacerbado?

La Educación Social debe seguir insistiendo en el gran ejercicio de autodeterminación que ya viene realizando desde hace varios años. Es necesario que desde la propia Educación Social se tenga muy claro cuales son sus competencias profesionales y su propio campo de saberes, y a partir de ahí poder avanzar en un ejercicio de pedagogía con otros interlocutores. También es necesario, en el desarrollo de este relato, saber articular el discurso propio de la Educación Social en equilibrio con otras disciplinas. Considero que luchar contra el intrusismo laboral en la Educación Social también parte de saber profundizar en las competencias que nos son propias.

  1. Respecto a lo que la Educación Social se refiere, ¿has tenido que lidiar con la problemática del desconocimiento de tus funciones y competencias propias?

Personalmente, no he tenido que lidiar con este tipo de conflictos a lo largo de mi carrera profesional. En ese aspecto, me siento muy afortunado. Pero tristemente, si que he conocido muchos casos de desconocimiento sobre las funciones propias de la Educación Social, situaciones que han hecho que compañeras y compañeros pierdan la ilusión por su trabajo, que no se sientan reconocidos, en incluso casos en los que compañeras y compañeros han abandonado el sector profesional por no haber tenido la oportunidad de encontrar su lugar a lo largo de varios años de ejercicio.

  1. ¿Qué consideras que aporta a la sociedad esta profesión que no puedan hacer otras?

La profesión de la Educación Social aporta a la sociedad una visión pedagógica de la promoción cultural integral vinculada al concepto del derecho a la ciudad, y por ende, a la ciudadanía y todo lo que ello conlleva. La creación de contextos educativos donde poder participar en comunidad, la transmisión de conocimientos cuyo objetivo de que cada persona construya su identidad, y su capacidad de mediación entre las personas y entidades.

  1. Lejos de plasmar una experiencia ajena, queremos compartir contigo algo vivido desde el equipo de Educarlex. En una ocasión y para ponerte en antecedentes, se nos calificó desde un centro de día de la siguiente manera:

“Para la administración sois como profesores de gimnasia y como no sé qué sois, no os voy a contratar”

¿Reina el descontrol y la confusión en la Educación Social?

Considero que desde la Educación Social, aun debemos de hacer mucho ejercicio de pedagogía en contra del desconocimiento que aun percibimos hacia la profesión. Es cierto que personalmente, veo esta confusión cada vez más residual, eso no quita que exista mucha ignorancia hacia aquello que nos define como profesionales, y que le quiera restar valor a nuestra labor. Creo que en el momento en el que vivimos, estos deben ser los grandes retos y desafíos de la profesión. Ante esta falta de claridad y de confusión, desde la Educación Social se debe fortalecer el relato, es la oportunidad para seguir transmitiendo nuestro discurso.

  1. Para terminar, ¿dónde te ves como profesional dentro de 10 años?

Pues como he dicho varias veces a lo largo de esta entrevista, me considero una persona muy optimista. Así que, dentro de 10 años me veo inmerso en la Educación Social, con más experiencia, pero con la misma ilusión que tenia el primer día de universidad. Sinceramente, no me veo haciendo otra cosa.

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